Un buen tirador primero debe ser un tirador seguro

Analicemos una por una las reglas de seguridad del Coronel Cooper. Tras mostrar la primera regla, veamos la segunda:

Reglas de Seguridad: Segunda Regla

No permita que su arma apunte hacia algo o alguien a quien no quiere disparar.

Quizá haya escuchado alguna vez a alguien diciendo “no pasa nada esta descargada”. Esa quizá sea la frase más repetida por quienes algún día tendrán un desafortunado incidente. Debido a esta filosofía en el manejo de las armas, uno se vuelve descuidado. No tiene en cuenta hacia donde apunta, cubriendo con el cañón del arma a personas u objetos susceptibles de ser dañados: en ocasiones incluso así mismo. Dirija siempre su arma hacia un lugar seguro.

Tenga en cuenta esta regla a la hora de entrenar el desenfunde o reenfunde de su arma, compruebe los movimientos que realiza, y hacia donde apunta con ella en sus recargas o cualquier otra manipulación.

Antecedentes

Hemos conocido por los medios de comunicación que personas inocentes han sido heridas por disparos de advertencia de agentes de policía en persecución de algún delincuente peligroso. Se trataba de curiosos, que asomados a ventanas y balcones intentaban averiguar qué estaba sucediendo y recibieron un impacto. Un disparo de advertencia sigue siendo un disparo. Además si se hace al aire y a la carrera no hay control alguno sobre la trayectoria de la bala. Por lo que podría impactar en cualquier parte de la ciudad. La influencia del entrenamiento militar en combate convencional es todavía poderosa en escenarios no convencionales. En el combate convencional se insta al soldado a disparar hacia adelante, donde se encuentra el enemigo. De este modo crea un volumen de fuego que lo apabulle hasta tal punto que no sea capaz de devolver el fuego con efectividad. La ametralladora y el fuego automático cobran vital importancia en este menester. Se instruye al soldado en la creencia de que si una bala no hiere al enemigo de primera línea, quizá haga su trabajo contra algo o alguien situado más atrás.

Aspectos a tener en cuentas

En otras circunstancias donde la presencia de civiles no combatientes es evidente, las reglas del juego cambian. Entonces “una bala que no impacta donde quiero, impacta donde no quiero”. Eso es un asunto muy delicado. La solución para que un disparo fortuito o no, no “impacte donde no quiero”, es no permitir que el arma apunte a esa dirección concreta.

Una instrucción constante y bien dirigida en el manejo de las armas de fuego  es la mejor medicina preventiva que se puede aplicar a nuestros ángeles custodios.

Una buena idea para los entrenamientos dinámicos o en los escenarios de entrenamiento de “tiro en situaciones”, es hacer alguna de las prácticas en seco con emisores láser encendidos en todo momento. De esa forma el personal, a instruir, toma consciencia de los vaivenes de su cañón hipotéticamente cargado con un cartucho en la recámara. Sea honesto con usted mismo y sus compañeros y compruebe que las manipulaciones de su arma no interfieren con esta norma de seguridad. Y si lo hacen, modifique lo necesario para que no lo hagan. Del mismo modo que cuando entrene en escenarios simulados con compañeros identifique posibles errores en sus tácticas y modifíquelas para que esto no ocurra. Verá cómo la confianza en sí mismo y en sus compañeros aumenta considerablemente. Esto hará que en una intervención real su atención esté al 100% en atrapar al hostil.

No observe por el visor

Quizá por la falta del material adecuado, en demasiadas ocasiones, Operadores de armas largas provistas de visor, como los HK G-36, hacen uso de la óptica para observar el escenario donde operan. Lo hacen sin pararse a pensar que lo que ven los habitantes locales es a un soldado apuntando su arma. Esto genera un temor y una desconfianza hacia nuestras propias Fuerzas. Evitable simplemente atendiendo a esta norma de seguridad.

Cautela en los entrenamientos

En ocasiones, durante los entrenamientos. Se hace imperativo apuntar a compañeros que se han ofrecido para interpretar el papel del “malo”. Hágalo con la máxima cautela. Si no dispone de armas simuladas o dispositivos indicadores de recámara vacía, el uso de varillas de seguridad es muy sencillo y asequible. Estos medios de entrenamiento le permitirán trabajar con la máxima seguridad y realismo. En Zona Táctica le pedimos que preste la máxima atención a las reglas de seguridad en el manejo de las armas de fuego.