24 Jul POSTURA DE TIRO TENDIDO CON APOYO CON FUSIL DE ASALTO
Buscando la eficacia a distancias medias IV
En esta serie de artículos dedicada a las posturas de tiro, pretendemos dar herramientas como ayuda al entrenamiento de tiro táctico con armas largas, más concretamente con fusiles de asalto o carabinas con las que puedan estar dotados nuestros uniformados. Herramientas a utilizar en la puesta en práctica, como entrenamientos de muchos de los Ejercicios tipo que en este blog analizamos y describimos. En esta ocasión, nos centraremos en la postura de tiro con apoyo con fusil de asalto.
Postura de tiro tendido con fusil de asalto
Hablaremos sobre una postura de tiro que puede considerarse como primaria o secundaria en función del tipo del Operador que la emplee. Evidentemente para los Operadores militares no cabe duda de que se trata de un postura de tiro primaria, incluso podría ser considerada así para tiradores de élite policiales; sin embargo, para Operadores policiales no especializados, aquellos que disponen de armas largas de dotación, la postura de tiro tendido podría ser considerada como secundaria. Una postura de tiro a utilizar en esperas, sobre vehículos, edificaciones o como aprovechamiento de los posibles abrigos de los que pudiera disponer en el escenario de la intervención.
La postura de tiro de tendido es considerada la más estable de todas, debido fundamentalmente al número de apoyos y cantidad de superficie en contacto con el suelo. Además, el Operador ofrece una mínima silueta expuesta al fuego hostil a la par que absorbe bien el retroceso de los disparos procurando una consistente posibilidad de reiteración de los mismos.
Postura de tiro tendido con apoyo con fusil de asalto. Colocación del cuerpo en relación al apoyo del arma.
La colocación del cuerpo del Operador guarda una estrecha relación con el apoyo sobre el que se sustenta el peso del arma. Buscar elementos auxiliares de apoyo distintos del tren superior del tirador, ayuda a minimizar la intervención de grupos musculares que aporten movimientos negativos al arma.
El apoyo suele ser sobre el guardamano del arma y nunca sobre el cañón ya que esto afectará a la colocación de los impactos. Además, si dispone de tiempo, recuerde hacer el apoyo sobre superficies blandas; de este modo evitará que el fusil bote sobre las mismas y pierda consistencia en la postura. Muchos Operadores suelen dotar a sus fusiles de asalto con bípodes ligeros y plegables a fin de no tener que buscar dichos elementos en situaciones sensiblemente dinámicas, aunque un saquete o la propia mochila son mejores elementos de apoyo si se dispone de tiempo para su colocación.
En ocasiones el apoyo sobre el suelo de la base del cargador puede ser un buen recurso que no suele contemplarse, sobre todo cuando se usan armas como los CETME que suelen dar problemas de fiabilidad usando estos métodos.
Cuando se cuenta con apoyos consistentes del arma la postura de tiro debe quedar alineada con su eje longitudinal, de esta manera el cuerpo del tirador queda en una posición completamente dirigida hacia el blanco. Si no dispone de ellos, el tirador debe emplear el brazo débil como elemento de apoyo; postura que obliga a adoptar una posición en que forma un cierto ángulo respecto del arma y por ende del blanco.
Postura de tiro tendido con elementos de apoyo del arma: Tren inferior
Es la postura ideal ya que el arma solo contacta con el cuerpo del Operador en el apoyo de la cantonera, el contacto con la mejilla de la culata y el pistolete con la mano fuerte. Suele usarse para esperas prolongadas o tiros más o menos largos que requieren de una mayor precisión en la colocación de los impactos, siempre que haya tiempo suficiente para adoptarla y que la situación táctica no sea demasiado dinámica.
El cuerpo queda tendido alineado con el arma, presentando tras ella el máximo de masa corporal posible, lo que ayudará a absorber mejor las fuerzas de retroceso sin que estas afecten a la postura y esta permita reiterar los disparos consistentemente.
Las piernas quedan abiertas con ambas rodillas hacia afuera, buscando una mayor superficie de contacto posible. Esto obliga a que ambas crestas iliacas de la pelvis también queden en contacto con el suelo y se reparta mejor el peso del Operador.
La colocación aleatoria de los pies sobre las punteras hace que los talones se muevan libremente transmitiendo dicho movimiento al arma, de modo que colocando los pies planos contactando la parte interior de ambos con el suelo evitaremos dicho movimiento involuntario.
Postura de tiro tendido con elementos de apoyo del arma: Tren superior
La culata apoya sobre la parte superior del hombro correspondiente a la mano fuerte en un punto cercano al cuello de modo que la cabeza del tirador, apoya directamente en la culata del arma con un contacto consistente con la mejilla y sin torsión del mismo para buscar los elementos de puntería, lo que ayuda a una mayor relajación muscular.
La mano débil puede usarse para eliminar el movimiento de la culata sobre el hombro provocado por los disparos tan característico de los fusiles semiautomáticos y que deriva en agrupaciones sensiblemente verticales. Para ello se coloca con la palma de la mano en contacto con el torso del tirador sujetando la culata con el hueco formado entre el dedo pulgar e índice. En los casos en los que el apoyo no sea muy consistente la mano débil puede usarse para minimizar el salto del arma sujetando la parte superior del guardamano procurando no interferir en la línea de miras.
De este modo, ambos codos quedan colocados sobre el terreno sirviendo de apoyo a ambos hombros por igual, esto provoca que el torso quede separado del suelo minimizando la incidencia de la respiración sobre la puntería al llenar o vaciar los pulmones.
En este caso, los cambios de posición para hacer coincidir el punto natural de puntería con la referencia de puntería el blanco deberán hacerse usando como eje del conjunto arma/tirador el punto de contacto del arma con su apoyo delantero.
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