MUNICIÓN FRANGIBLE

Entrenamiento indoor y más.

En un par de artículos anteriores de nuestro Blog Zona Táctica, hablábamos de entrenamiento con blancos metálicos y de la idoneidad del empleo de estos junto con municiones frangibles, para minimizar posibles problemas de seguridad a cortas distancias, al compararlas con el uso de municiones convencionales.

Intentaremos profundizar un poco en este tipo de municiones que pueden aportar grandes beneficios al entrenamiento táctico.

Municiones frangibles

Las municiones frangibles son aquellas que montan balas específicamente diseñadas y construidas para desintegrarse cuando impactan en sus objetivos. Normalmente se descomponen como un polvo fino, aunque existen algunas municiones prefragmentadas en una gran cantidad de pequeños elementos como si de perdigones o esquirlas se tratase.

Podemos distinguir dos categorías ya que, la idea de su empleo es doble, la munición de entrenamiento propiamente dicha y, la RRLP. La munición de entrenamiento se usa con idea de eliminar el riesgo de rebotes en los entrenamientos en los que se usan blancos metálicos o se realizan en determinados escenarios, siendo la munición RRLP (Reduced Richochet Limited Penetration) munición de uso táctico que limita la penetración y la posibilidad de rebote en estructuras de escenarios especiales como pueden ser algunos medios de transporte colectivo.

Pulvimetalurgia

Debido a la escasez de metales como el plomo durante la 2ª Guerra Mundial, los alemanes probaron a montar balas de madera en sus cartuchos de armas largas con la idea de reducir costes; estas demostraron ser poco eficientes en combate, pero dieron lugar a las conocidas como municiones de tiro reducido, hoy en día hechas de plástico, que reducen los costes en los entrenamientos.

Un poco más adelante, a mediados de los años 50, se comenzó a emplear balas hechas a base de polvo de hierro para su uso en galerías cerradas o portátiles para uso civil, al mismo tiempo que los militares norteamericanos las usaban en sus ametralladoras de 7,62 mm para hacer más segura la simulación de combate. Aquella munición, no exenta de problemas, ha dado lugar a las actuales municiones frangibles gracias al avance de técnicas como las que emplea la pulvimetalurgia, en las que se prensa y sintetizan metales finamente pulverizados para convertirlos en objetos.

En el caso de las balas frangibles modernas, estas están hechas en su mayoría a base de polvo de cobre aglutinado con estaño o algún polímero. El cobre, un metal extraordinariamente maleable y dúctil, hace que las municiones frangibles no dañen el interior de las armas, se adapten al estriado del cañón sin fragmentarse en su interior y conserven su forma hasta que impactan en algún material más duro que ellas mismas. La ausencia de plomo en su estructura las hace, además, no toxicas para su empleo en escenarios cerrados.

La frangibilidad

La frangibilidad de estas municiones, su capacidad para fragmentarse en minúsculas porciones, no solo las hace en general aptas para su empleo a corta distancia sobre blancos metálicos, para su empleo en escenarios de CQB donde los rebotes o la sobrepenetración son un problema, sino que además, no sólo son ideales para su empleo en asaltos a aviones, trenes, barcos, plataformas petrolíferas, zonas industriales… sino también para la defensa personal y la del hogar.

Las municiones frangibles suelen tener una capacidad de penetración en materiales blandos como el cuerpo humano, aún cubierto con ropas pesadas de abrigo, suficiente como para hacer cavidades de herida capaces de incapacitar a un individuo. La frangibilidad de estas, hacen que las cavidades de la herida difícilmente presenten orificio de salida, esto nos conduce a que, por un lado, ceden toda su energía cinética al hostil y, por otro lado, limitan los problemas derivados de la sobrepenetración del mismo.

Las municiones frangibles, presentan por tanto, una cualidad muy interesante en escenarios donde hay una alta densidad de personal no hostil, compañeros,  elementos tan frágiles como el fuselaje de un avión o los débiles tabiques de un colegio de reciente construcción.

La contrapartida

La munición frangible, no está exenta de aspectos negativos, el alto precio es el principal, la munición de calidad, sea del tipo que sea, no suele ser barata. Especialmente si no hay una gran cantidad de fabricantes que se hagan la competencia en el mercado.

El peso no suele ser muy alto, una bala frangible de un cartucho de 9mm Pb. suele pesar unos 95grains, bastante por debajo de los 124 grains habituales en la munición de muchos ejércitos. Este peso reducido hace que el punto de impacto a medias o largas distancias sea diferente al de la munición empleada habitualmente en las armas largas y por supuesto la diferencia de diseño de la bala pudiera no ser la mas adecuada para un mismo paso de estría.

Y como no, la frangibilidad, es un problema para actuar frente a hostiles parapetados en comparación con la capacidad de penetración de las municiones convencionales. Aunque es un problema que se resuelve simplemente portando cargadores con munición convencional.

Ante la duda sobre sus capacidades, y ya que cada fabricante e incluso cada calibre y distancia de empleo es diferente, lo más aconsejable es hacer pruebas balísticas con la munición a emplear, antes de asumir una fórmula mágica o un comportamiento teórico de este tipo de munición frangible en según qué supuestos tácticos.

Post recomendados

Entrenamiento
SHOTGUN PRACTICE ROUTINE DRILLS

Los Shotgun Practice Routine Drills son un conjunto de ejercicios tipo divididos en 3 fases que, con un consumo de tan solo 25 cartuchos, suponen una rutina de entrenamiento básico inicial para el tiro con escopeta de combate.

Leer más »
No hay comentarios

Escribe un comentario