No solo uniformidad

Llamamos fundas de servicio a aquellas utilizadas por profesionales uniformados para portar sus armas reglamentarias. A continuación mostraremos diferentes tipos de fundas de arma corta. Su función no es hacer pasar desapercibida un arma. Como hemos repetido en anteriores artículos, es hacerla accesible a su Operador, al tiempo que asegura la retención ante posibles pérdidas o intentos de sustracción.

Distinguimos varias zonas de porte, siendo las más usuales: la cadera correspondiente a la mano fuerte del agente; la parte superior de la pierna correspondiente a la misma mano o el pecho, cuando usa un chaleco de protección balística.

El uso de una u otra zona de porte está íntimamente relacionado con varios factores que lo determinan. Estos son:

1. La uniformidad impuesta por la agencia o estamento al que pertenezca el profesional.
2. Si el tipo de servicio a realizar principalmente es a pié o en vehículo.
3. El uso o no de chaleco de protección balística o las preferencias personales del propio Operador.

Fundas de cadera

Habitualmente colocadas a la altura de la cadera correspondiente a la mano fuerte. Con la intención, llegado el caso, de hacer un desenfunde rectilíneo que evite que el arma apunte a personas u objetos a los que no se tiene intención de disparar. Suelen estar provistas de un sistema de sujeción rígido que hace que el arma quede algo separada del cuerpo. Permitiendo el uso de prendas de abrigo, chalecos antibalas interiores, etc. Los fabricantes de calidad, como Safariland, Blackhawk o Vega Holster, dejan al Operador la posibilidad de elegir el ángulo con el que prefieren extraer sus armas. Amén de los sistemas de retención de los que hablaremos en un artículo especialmente dedicado a ello.

Fundas de arma corta con sistemas rotativos

Algunas tienen sistemas rotativos, en sus elementos de anclaje al cinturón. Éstas otorgan una mayor comodidad a aquellos que pasan largas horas en el interior de vehículos. Y que, por razones de uniformidad, no pueden optar por el uso de otras zonas de porte. El uso del cross-draw o desenfunde cruzado queda, afortunadamente, en desuso para armas de servicio policial. Aunque en nuestras Fuerzas Armadas aún cuesta deshacerse de esta “tradición”. Consiste en portar el arma en la cadera correspondiente a la mano débil. Ésta es una costumbre arraigada desde que los Oficiales a lomos de sus nobles equinos sustituyeron sus sables por armas de fuego.   Y digo afortunadamente porque el uso del cross-draw, además de ser peligroso para el Operador, por la facilidad con que su acción de desenfunde puede ser bloqueada por un elemento hostil y la dificultad añadida de la aplicación de técnicas de retención del arma también puede ser peligroso para aquellos que pueden ser señalados por la punta del arma en su movimiento, una vez fuera de la funda.

Sí es habitual ver esta disposición en el “lado contrario”, portando dispositivos Less tan Lethal, como los Taser, en los cinturones de Operadores de aquellas agencias que autorizan su uso como reglamentario.

Fundas de pernera

Nacen por la necesidad de mantener la accesibilidad del arma cuando, con el uso de chalecos de protección balística, ésta, literalmente, se anula. Plataformas habitualmente rígidas con uno o dos puntos de anclaje al cinturón del Operador, y otros tantos al muslo, permiten bajar un poco la posición del arma. Lo suficiente como para salvar un grueso chaleco quedando ésta en la parte alta de la pierna.  Aunque la falta de práctica o interés de algunos usuarios nos dejen imágenes con éstas tan bajas que, prácticamente, llegan a la rodilla, posiciones que le incomodarán durante carreras o largas caminatas que harán que modifiquen su posición casi constantemente convirtiéndose en un verdadero incordio. En Zona Táctica tenemos una selección de fundas de arma corta de las mejores firmas. Recuerde contactar con nosotros si no encuentra lo que busca.