sistemas de retención en fundas de arma corta

SISTEMAS DE RETENCIÓN EN FUNDAS DE ARMA CORTA – PARTE I

Si existe un accesorio fundamental en el uso de una pistola, bien sea como profesional o como usuario particular, para defensa o tiro deportivo, ese es la funda o pistolera.

Existen diferentes formas de clasificar este accesorio. Una de ellas podría ser el propósito de estas, diferenciando entre las fundas de servicio (Duty Holsters) o de porte oculto (Conceal Carry Holsters). Otra sería el tipo de porte: exterior (Outside the waist band o OWB) o interior (Inside the waistband o IWB). O, por último, los niveles de retención o seguridad. Sobre los dos primeros criterios no hay mucho que discutir y como norma general existe un consenso más o menos global, ya que la clasificación es bastante lógica o intuitiva. Sin embargo, en cuanto a niveles de seguridad se refiere, existe algo más de polémica, en función de cómo se entiendan los mecanismos de retención.

No existe un acuerdo o convenio internacional para categorizar o clasificar los sistemas de retención en un arma corta. Generalmente, cada fabricante establece su propia clasificación conforme a sus propios diseños. No obstante, la realidad es que las empresas líderes en fabricación de fundas de arma corta se han “llevado el gato al agua” y han marcado un poco la línea de cómo entender y organizar esta clasificación mediante niveles de retención o seguridad.

Teniendo esto en cuenta, se podrían establecer dos “sistemas” bastante instaurados en la comunidad táctica y que los usuarios suelen entender con facilidad. El primero de ellos y objeto de este primer artículo es el Criterio basado en el número de mecanismos o sistemas de retención de la funda.

Retención pasiva:

Se entiende por esta a aquella que proporciona la funda utilizada mediante la presión ejercida sobre el arma por el cuerpo de la funda. Este sistema, no requiere de ninguna acción del usuario para liberar el arma de la funda en la extracción o desenfunde. Es muy típica en las fundas de polímeros termomoldeables del tipo OWB, compuestas por dos láminas de material que se unen mediante ojales y cuya presión depende de la fuerza ejercida por la máquina de vacío sobre el material y el molde del arma durante el proceso de fabricación.

 

Nivel 1, retención pasiva ajustable

Siendo similar a la anterior, en este caso la funda dispone de una regulación mediante un dispositivo (por ejemplo, un tornillo con espaciador de goma entre láminas) que ajusta la presión de las paredes o cuerpo de la funda sobre el arma. De esta forma, el usuario puede elegir la dureza con la que la funda retiene el arma para acomodar el desenfunde a sus preferencias.

Nivel 2

Son aquellas fundas que, pudiendo o no disponer de una retención pasiva ajustable, presentan un sistema de retención sobre el que el usuario debe actuar para liberar el arma de la funda. Este sistema puede ser manual o automático (ayudado de mecanismos como muelles y resortes) tanto en la liberación de la pistola como en su inserción posterior o enfunde. Un ejemplo de estos son aquellas fundas que poseen un arco de bloqueo, el cual se abate mediante la pulsación de un botón situado en su cara interior, entre el soporte del cinturón y la propia funda. El arco automático de las fundas Bladetech o G-Code son dos buenos ejemplos de estos sistemas de nivel 1.

También se encontrarían en este grupo, las antiguas fundas Serpa de Blackhawk o sus “hermanas” israelíes de IMI Defense, con pulsadores colocados en la cara exterior de la funda que se alcanzan con el dedo índice sobre el guardamontes. Este sistema no está exento de polémica debido a su ergonomía, acusado de propiciar algunos accidentes de descargas involuntarias.

Aunque no es la clasificación usada por la marca, la cual se verá en otro artículo dedicado a ella, los conocidos sistemas de Safariland, Self Locking System (SLS) y Automatic Locking System (ALS), estarían englobados en este nivel.

Nivel 3

En este caso las fundas disponen de dos sistemas de retención sobre los que el usuario debe actuar para extraer el arma. Generalmente son dos sistemas independientes que requieren de dos o más acciones para ser desactivados, aunque también existen modelos en los que se requiere una sola acción que desbloquean ambos sistemas de forma simultánea. Puede ser manuales o automáticos.

Como fundas que encajen en esta descripción tenemos de nuevo a las IMI Defense y Serpa de Blackhawk, que combinan dos pulsadores diferentes que liberan el bloqueo del arco superior y la retención del arco guardamontes del arma.

Mucho más modernas son las fundas ALIEN GEAR de la serie “Rapid Force Duty Holsters”, que combinan dos mecanismos activos y otro pasivo en sus fundas nivel III, las cuales presumen de ser las más rápidas de desactivar del mercado.

Al igual que en la clasificación anterior las fundas ALS+SLS de Safariland podrían clasificarse en este grupo, aunque Safariland no utiliza este criterio para ello.

Nivel 4

Las fundas englobadas en este nivel disponen de tres o más sistemas de retención para liberar el arma de la funda. Generalmente son varios sistemas independientes que requieren de al menos dos acciones para ser desactivados. En muchos modelos de fundas, realmente existen solamente dos pulsadores sobre los que el usuario actúa realmente, liberando alguno de ellos dos mecanismos a la vez.

Realmente existen muy pocas fundas que combinen más de tres sistemas de retención verdaderamente efectivos. Muchas fundas categorizadas como nivel cuatro, disponen de dos o tres sistemas, alguno de ellos liberados de forma simultánea mediante una misma acción del usuario y que se combinan con retención pasiva ajustable. Estas, más que ser verdaderos mecanismos de seguridad, sirven para ajustar la presión ejercida por la funda en el arma, evitando holguras que permitan movimiento de esta dentro de ella.

Dos buenos ejemplos son las nuevas RADAR Hawk T-LEP y Darwin, así como las Vega Holsters VEGATEK TOP, ambas de origen italiano.

Conclusiones

En definitiva, como el lector habrá podido comprobar, este sistema de clasificación deja muchas lagunas y propicia que los fabricantes puedan “sobreclasificar” sus fundas para dar una impresión de mayor seguridad o retención.

Con sistemas de retención similares o incluso idénticos en funcionamiento, un fabricante puede encuadrar sus fundas en una clasificación superior a otro, y hasta disponer de varios mecanismos englobados en una misma categoría, lo que puede confundir al usuario.

Lo más importante para el usuario y comprador de una funda de retención, nuevamente, reside en conocer bien el producto a adquirir, entendiendo su funcionamiento y el propósito de este, así como orientar su funcionalidad a la misión en la que se pretende utilizar.

Por: @javidelavi

Sobre el autor:
@javidelavi es un profesional en activo del Ejercito del Aire y del Espacio, con experiencia de 14 años en Unidades de Seguridad y Apoyo al Despliegue Aéreo.

Ha sido responsable de la adquisición del equipo individual y armamento de sus unidades durante más de 10 años, lo que le ha permitido acceder a gran cantidad de marcas y modelos del mundo táctico.

Ha tenido la oportunidad de participar en los Aimpoint Live Fire Days de 2015 en Ravlunda, Suecia, el Curso de conocimientos de ópticas de Aimpoint impartido por ASSIAS en 2015 y ópticas ACRO P2 en Junio de 2023, Curso de empleo de ópticas Trijicon ACOG en 2016 organizado por TEYDE SL, y en los Glock Expert Days en 2023 celebrados en Austria por el fabricante de Armas, obteniendo la certificación de Armero Oficial Glock.

Lleva colaborando con Zona Táctica como asesor especialista desde Enero de 2023.

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