El torniquete es un instrumento médico de primeros auxilios que se usa para comprimir las arterias y, así, detener una hemorragia localizada en las extremidades. El uso del torniquete se ha extendido de los ambientes bélicos al entorno civil, hasta llegar al punto de que hay campañas que ya forman a primeros intervinientes no sanitarios.

Algunas situaciones donde es necesario usar un torniquete.

En el artículo hemorragias externas vimos como a tratar heridas sangrantes ejerciendo presión sobre las mismas. Aunque una hemorragia se puede tratar con presión directa, puede tener que hacer frente a situaciones en las que esto no será posible y deberá usar el torniquete. Algunos ejemplos son estos:
• Hay varias víctimas a las que atender con lesiones que pongan en peligro sus vidas y necesitadas de atención.
• La víctima, además del sangrado, presenta múltiples lesiones traumáticas que requieren atención.
• El socorrista se encuentra en un ambiente hostil y tiene que atender a la seguridad.
• Cuando la víctima o su extremidad se encuentra atrapada en un espacio confinado, haciendo que la herida sea inaccesible para hacer la compresión.

¿Por qué debería tener un torniquete?

Nadie desea estar implicado en una emergencia médica. Pero constantemente ocurren accidentes, desastres naturales, enfrentamientos con armas… y ocurren sin previo aviso. Situaciones de emergencia como estas pueden convertirle a usted en un socorrista de alguien cuya primera intervención sea esencial. Estar preparado es todo lo que necesita para salvar una vida, incluso la suya propia.
Cuando una lesión traumática en un brazo o en una pierna conduce a una rápida pérdida de sangre, un torniquete correctamente aplicado es la mejor opción de proceder.