Vimos en el anterior artículo que el análisis de los impactos en el blanco es la principal herramienta de comprobación de las habilidades de tiro de la que dispone el tirador. Saber interpretar los impactos es un proceso clave para confirmar habilidades adquiridas o encontrar la causa de errores cometidos en sesiones de tiro a distancias medias; de modo que factores como el tamaño, la ubicación y el patrón que forman los impactos en el blanco son clave en este aprendizaje.

Patrón de la agrupación

Decíamos que el patrón que forman los impactos en el blanco define errores cometidos por el tirador. Su detección ayudará a paliarlos y con ello a disminuir el tamaño de la dispersión de los mismos. Una vez que se agrupe en un tamaño óptimo podremos trabajar en la ubicación de los impactos sobre el blanco.

Veamos más patrones básicos de impactos realizados a media distancia.

Patrón 3. Dos pequeños grupos de impactos separados entre sí

– Causas humanas:

Este patrón es típico de tiradores que modifican la postura de tiro una vez que han empezado a disparar una serie. Los motivos para ello son varios, el más común es el de no adoptar una buena postura de tiro desde el principio, realizar cambios y seguir tirando; lo que provoca que aunque haga un buen trabajo de puntería y de control de disparador, la variación de la postura implica hacer una pequeña agrupación para cada una de las dos posturas adoptadas.

La presencia de pequeños grupos indica que en lo referente al agarre del arma, la puntería y el control del disparador son correctos para cada una de esas posturas adoptadas.

Una causa muy probable en entrenamientos dinámicos es la adopción de una postura de tiro diferente tras un cambio de cargador o la solución de alguna interrupción en el arma.

En ocasiones podemos encontrar un pequeño grupo y un disparo aislado, cuya causa probable es que la modificación de la postura adoptada se haya realizado tras el primer disparo o justo antes del último. La primera, a causa de la corrección de una mala absorción del retroceso y la segunda a causa de la fatiga.

– Causas mecánicas:

Este tipo de agrupación de impactos se da por causas mecánicas pero estas pueden ser dadas por una reubicación del apoyo de la culata sobre el hombro del tirador causada por algún elemento del equipo de este.

Patrón 4. Un pequeño grupo con algún impacto aislado

 – Causas humanas:

Un pequeño grupo de estas características puede se causado por dos factores, el primero y menos importante es que esté haciendo un buen trabajo en sus disparos pero aleatoriamente el sonido sorpresivo de los disparos de otro compañero se traduzcan en pequeños espasmos musculares que provoquen la salida involuntaria de un disparo que está a punto de producirse; es lo que se denomina arrastre.

La otra causa, es que un tirador novel que está haciendo un buen trabajo previo al disparo de postura, agarre y puntería del arma, esté sometiendo al disparador a diferentes fuerzas de tracción, bien por falta de experiencia o bien por decisiones conscientes de sacar el disparo en un determinado momento.

– Causas mecánicas:

Este tipo de dispersión de los impactos no suele ser causado por elementos mecánicos salvo en el caso de que algún elemento extraño, arena por ejemplo se pose aleatoriamente sobre las superficies de los mecanismos de disparo y provoquen cambios en la presión a ejercer sobre el disparador.

Patrón 5. Impactos alineados verticalmente

– Causas humanas:

Este es un patrón que indica que el tirador no ha hecho una modificación consciente de la postura y que tanto la puntería como el control del disparador son correctos, de ahí que los impactos estén bien agrupados en deriva. La causa principal de este tipo de patrón en los impactos es la modificación progresiva del apoyo de la culata en el hombro, sobre todo en armas semiautomáticas en las que la culata tiende a ir resbalando hacia abajo en su apoyo en el hombro del tirador.

El tirador adopta inicialmente una buena postura que no modifica, pero un deficiente agarre del arma hace que esta se desplace por el hombro del tirador a causa de una mala absorción del retroceso, lo que provoca cambios en la puntería inadvertidos para el tirador. Cuando esto sucede los impactos comienzan centrados y van subiendo su ubicación en el blanco progresivamente al ir bajando la culata y bascular el arma por el punto de contacto con la mano débil.

Otra causa probable, sobre todo en entrenamientos dinámicos, es la falta de control de la respiración que provoca que se realicen disparos con diferentes volúmenes torácicos y por ende con diferentes agarres del arma o bien con diferentes referencias de puntería, siempre en una línea vertical, provocadas por no realizar los disparos en apnea.

Cuando en esta misma disposición los impactos se han sucedido de modo descendente desde el centro del blanco, la causa más probable es que la presa realizada con la ayuda de la correa portafusil se haya ido aflojando paulatinamente (en disparos en postura de tendido o rodilla en tierra) lo que provoca cambios de presión en el agarre o bien los codos del tirador se hayan ido abriendo (tiro tendido) con cada uno de los disparos.

– Causas mecánicas:

Una dispersión de los impactos de este tipo, es más habitual en armas semiautomáticas que en las de repetición ya que la naturaleza de sus disparos provoca los errores humanos arriba mencionados.

Otra causa de este tipo de dispersión se da en armas de miras metálicas en las que el elemento que controla la elevación está suelto o en mal estado.

Patrón 6. Impactos alineados horizontalmente

– Causas humanas:

Una dispersión de los impactos en horizontal, suele ser el resultado de una pobre postura de tiro que no tiene en cuenta el punto natural de puntería y el tirador se ve forzado a emplear fuerzas musculares inapropiadas para apuntar el arma. Cuando esto ocurre es fácil ver como los elementos de puntería del arma se mueven horizontalmente durante la respiración del tirador. En ocasiones un canteo inadvertido por el tirador, motivado por esta misma causa es el culpable de esta dispersión sin que le tirador advierta el movimiento horizontal en la imagen de miras.

Un mal apoyo o colocación del brazo débil o un deficiente ajuste de la correa portafusil pueden provocar este tipo de dispersión sobre todo en sesiones de entrenamiento en las que la fatiga del tirador está presente.

Otra causa probable en tiradores noveles es un mal uso de los elementos de puntería.

– Causas mecánicas:

En armas con miras metálicas, el uso de la mayor apertura del alza en distancias medias o largas puede provocar una imagen de miras errónea que provoque una mala alineación de esta con el punto de mira. Se soluciona fácilmente usando la apertura más pequeña para tales fines.

Patrón 7. Impactos alineados en oblicuo

– Causas humanas:

Este tipo de dispersión suele ser la suma o la mezcla de errores de las dos anteriores, el ángulo de la dispersión, más próximo a la horizontal o a la vertical indicará cuál de ellas está presente en mayor medida.

En la posición de tendido suele ser causada por un mal uso del apoyo óseo del brazo débil y una intervención muscular de éste para soportar el peso del arma, es decir una mala postura de tiro con un mal agarre del arma provocada una por la otra o viceversa. Puede darse el caso de que esto lo provoque un mal ajuste de la correa portafusil al hacer la presa.

En la postura de tiro de rodilla en tierra, un mal emplazamiento del codo correspondiente a la mano débil puede ser causa de este tipo de dispersión.

En ambos casos, una vez más, en la que no se ha tenido en cuenta el concepto de punto natural de puntería.

– Causas mecánicas:

En esta ocasión salvo un mal ajuste de la correa portafusil, no hay otras causas mecánicas distintas a las mencionadas en los dos casos anteriores.